El Banco Mundial elogió el progreso económico de América Latina diciendo que la región crecerá más de 5% en 2010 – cifra cercana al patrón de crecimiento que disfrutó previo a la crisis financiera mundial.
En las perspectivas para la región, los expertos del Banco apuntaron que la magnitud de esa recuperación solo es superada por Asia.
"La región vuelve a crecer de manera sólida y esto es una muestra admirable de su capacidad de recuperación", dijo la vicepresidenta del Banco Mundial Pamela Cox ante líderes regionales reunidos para la ceremonia de apertura de la Conferencia de las Américas 2010 en Miami.
De acuerdo al último pronóstico económico, se espera que América Latina y el Caribe en promedio crezcan un 5,1%. El crecimiento en América Central y el Caribe será mucho menor, permaneciendo en alrededor de 2-3% de acuerdo a cálculos del Banco Mundial.
La rápida recuperación regional se puede atribuir a varios factores, incluyendo instituciones más fuertes, un mejor uso de los mercados financieros y vínculos comerciales cada vez más grandes con China, dijo el economista en jefe del Banco Mundial Augusto de la Torre.
De la Torre sostuvo que en los últimos veinte años América Latina experimentó una "revolución silenciosa" en donde instituciones económicas básicas como bancos centrales y ministerios de finanzas se vieron fortalecidos, permitiendo una estabilidad macroeconómica y políticas saludables que en última instancia aislaron a sus economías de impactos externos.
Invertir en capital humano.
"En la década de los sesenta, el ingreso per cápita en América Latina y el Caribe era un cuarto del de los Estados Unidos, mientras que el año pasado era un sexto. Mientras tanto, varios países de Asia oriental han superado el ingreso per cápita de América Latina y se acercan rápidamente al de los países ricos", dijo Cox, a la vez que indicó que el progreso de América Latina y el Caribe no estará completo a menos que los países inviertan mucho más en su capital humano.
Cox dijo que América Latina invierte muy poco en investigación y desarrollo, establece pocos incentivos fiscales, no protege bien la propiedad intelectual, y sus universidades operan sin una conexión consistente con la industria.
Los países de América Latina y el Caribe, a excepción de Brasil, invierten mucho menos del 1% recomendado de su producto interno bruto en investigación y desarrollo. Hoy en día, el número de patentes para nuevas invenciones solicitadas por latinoamericanos es solo una fracción de aquellas solicitadas por los residentes de Corea, China, India o Singapur, de acuerdo a investigaciones del Banco.
No es novedad lo que marca la vicepresidente del BM, es necesario mayor incentivo a la inversión en I+D, de lo contrario seguiremos dependiendo de las inversiones de las grandes corporaciones internacionales.
Es muy difícil iniciar un camino de desarrollo sostenible sin investigación en áreas críticas (biotecnología, petroquímica) y sin desarrollo de patentes convenientemente protegidas de los "fraudes de propiedad intelectual".
Saludos y hasta la próxima.
CPN. MONJO FERNANDO.
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