El mismo día en el que se anunció la inflación de Moreno, muy por debajo de la que los analistas estiman como real y del inicio del programa de recompra de títulos anunciado por el Gobierno. El mercado sigue sin creer.
Por un lado, las cotizaciones se desplomaron un 3,81%, siguiendo la tendencia negativa de la semana anterior y cerca del cierre se conoció que Standard & Poor's (S&P) decidió reducir la nota de la deuda argentina nominada en dólares. De esta forma pasó de "B+" a "B" tras percibir que crecieron los problemas económicos del país.
Los analistas de S&P advierten que "en particular, ha crecido la presión fiscal, financiera e inflacionaria" y agregó que no ven muchas posibilidades que " el Gobierno tome medidas correctivas para frenar la pérdida de acceso a mercados", agregó.
Consultada Marta Castelli, directora de la agencia en Argentina"esto tiene que ver con el deterioro que se ve en la Argentina, que enfrenta desafios económicos muy fuertes en lo fiscal, porque cuenta con un menor superávit y por la inflación".
Se suma a este contexto económico más débil, un entorno político más complejo y una posibilidad no muy alta de medidas correctivas.
Como nota extra:
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se ufana de no haber firmado nunca, en lo que va de su mandato, un decreto de necesidad y urgencia (DNU). Si bien esto es cierto, también es verdad que no necesitó de ese cuestionado instrumento para ampliar el actual presupuesto nacional y reasignar, como hizo hasta ahora, 3500 millones de pesos de manera discrecional y sin consentimiento previo del Congreso.
Según figura en los últimos informes elaborados por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), la jefa del Estado destinó 2.510 millones de pesos a distintas áreas, y la más beneficiada resultó ser el Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido. En efecto, esa cartera recibió 2177 millones de pesos, recursos que se destinaron en buena parte a subsidios a la energía, transporte y ferrocarriles.
De esta forma no es raro pensar en las razones que llevan a una calificadora internacional a bajar la nota a un país que informativamente encuentra sumido en la pobreza a 40 millones de personas.
Saludos y hasta la próxima.
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