Cuando estabámos estudiando en la Universidad, los libros nos hablaban de grandes empresas, grandes teorías, grandes proyectos, ideas, etc. Casi todos los libros que actualmente se utilizan para enseñar administración provienen del norte del continente.
En la facultad uno aprende teorías y pone como ejemplos prácticos empresas como Toyota, Coca-Cola, General Motors y hasta Google. Hoy, algo impensado mucho tiempo atrás (pero lógico hoy) se ha dado el caso que General Motors (GM) ha caído en bancarrota.
GM que durante 77 años fue el número uno mundial del sector, se acogerá el lunes a la ley de quiebras para emprender una severa reestructuración con apoyo financiero del Estado."El día de hoy será histórico para la empresa: marcará el fin de la antigua General Motors, y el comienzo de una nueva", declaró el gobierno en un comunicado.
Hace unos meses he escrito que GM estaba en problemas, y hoy vemos cuán grande eran esos problemas.
El Estado federal aportará 30.100 millones de dólares y controlará el 60% del capital de la nueva empresa, mientras que el Estado canadiense y la provincia de Ontario desembolsarán 9.500 millones de dólares y se quedarán con el 12% de las acciones.El fondo de retiro de los empleados de General Motors asumirá el 17,5% del paquete accionario, mientras que otro 10% quedará en manos de los antiguos acreedores poseedores de obligaciones no garantizadas que hayan suscrito el plan de reestructuración.
¡¡¡Los actuales accionistas de la General Motors perderán la totalidad de su inversión.!!!
GM confirmó que el grupo va a pasar de 62.000 obreros sindicalizados en 2008 a 38.000 en 2011.
"Las palabras GM en bancarrota dejan a muchos estadounidenses de mi generación en estado de conmoción económica", aseguró el domingo en el diario Wall Street Journal el columnista P.J. ORourke. "Es tan perturbador como escuchar hablar de fotos de mamá desnuda", agregó.
A fines del año pasado, GM sumaba 244.000 empleados en todo el mundo, la mitad de los cuales en Estados Unidos.El jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, calificó el rescate de las automotrices como "grueso error", tras considerar que los poderes públicos esperaron demasiado para exigir a GM y Chrysler que se declararan en quiebra.
Consultado por la CNN, McConnell puso como ejemplo al segundo fabricante de autos en Estados Unidos, Ford, "que sigueproduciendo vehículos sin ayuda del Estado".
Hasta la próxima.
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